Una forma eficaz de combatir la sequedad en los ojos es tapar las aberturas de los conductos lagrimales con pequeños tapones de silicona (tapones lagrimales). Estos tapones cierran los pequeños orificios (punto lagrimal) que hay en la esquina interior de los párpados inferiores del ojo. El bloqueo mantiene las lágrimas naturales y la lubricación externa en forma de lágrimas artificiales y/o geles lubricantes por más tiempo.

Aunque su implante tiene como objetivo un taponamiento permanente del punto lagrimal, en ocasiones pueden caerse.

Es un procedimiento indoloro que se realiza en la propia consulta.